Hacía tiempo que rondaba la idea de escribir sobre Bilbao en mi cabeza y tentada por el buen tiempo de estos últimos días, decidí coger mi cámara y meterme en la piel de un turista para así retratar algunos de los edificios más espectaculares de Bilbao. Mi objetivo de hoy es visitar la zona de Bilbao que ha sufrido la transformación más radical de la Villa Bilbaína: Abandoibarra. Abandoibarra ha sido el lugar donde hasta hace pocas décadas se situó la actividad industrial de Bilbao, siendo uno de sus emblemas más conocidos los Astilleros Euskalduna. Debido a esa actividad industrial, la zona se encontraba muy deteriorada y decidieron darle otra oportunidad erigiendo algunos de los edificios que hoy en día se han convertido en señas de identidad de la capital vizcaína. Cada vez que vuelvo en autobús desde el Aeropuerto de Bilbao (Loiu) hasta Bilbao, nunca me canso de disfrutar como un turista más de la primera toma de contacto con la ciudad. Nada más atravesar los túneles de Artxanda, la primera imagen que se puede ver de Bilbao, es el Museo Guggenheim. Pocos turistas se esperan este regalo, y nada más verlo, se les ilumina la cara, y muchos exclaman: “¿eh, mira, ¡es el Guggenheim!” Para comenzar nuestra visita de hoy, ahí me dirijo, hacia el “Edificio de titanio”. No pude evitar retratar el edificio desde todos los ángulos habidos y por haber. Me he dado cuenta que es uno de los edificios que más me gusta de Bilbao. Primero subí al Puente de la Salve. Me dispuse a fotografiar la zona, pero consciente del movimiento del puente cuando pasaban los vehículos a mi espalda (reconozco que las alturas y los movimientos del puente me asustaron un poco) decidí dirigirme hacia la entrada del Museo a visitar la mascota guardiana del Museo: Puppy (creado por Jeff Koons, 1992). La entrada al Museo ronda entre los 11-13€ (6’5€-7’5€ reducida) dependiendo en la época en que se visite. Para consultar los precios o reservar la entrada online, clica aquí. Hablemos del edificio que alberga el Museo. El edificio fue diseñado por el arquitecto Frank O. Gehry, gran amigo del actor Brad Pitt. A Brad Pitt le apasiona la arquitectura y decidió visitar el Museo acompañado de su inseparable Angelina en el año 2007. Su paso por Bilbao, de “incógnito”, dio lugar a una curiosa anécdota. Parece ser que la pareja llegó para visitar el Guggenheim y dirigirse después a ElCiego (Álava) donde Frank O.Gehry diseñó la bodega-hotel Marqués de Riscal. La anécdota llegó cuando la pareja alquiló un coche y se perdió por las calles de Bilbao. Al verse perdidos, decidieron preguntar a alguien que rondaba por la calle y los que corrieron esa suerte fueron unos operarios del ayuntamiento de Bilbao. De no ser por las fotos que se sacaron los operarios con la pareja, nadie hubiera sabido que la pareja de Hollywood pasó también por Bilbao. Volvamos con el Museo. En la parte de fuera, se pueden ver algunas de las obras que conforman la colección propia del Museo. Una de las obras que llama nuestra atención es la obra de Anish Kapoor (2009) titulada: “Tall tree and the eye” (El gran árbol y el ojo). 80 esferas de acero inoxidable apiladas, que en palabras de su creador expresa “la naturaleza fugaz de la apariencia de las cosas”. En la parte central de la siguiente foto, se encuentra otra obra de Jeff Koons: “Tulips” (Tulipanes), un ramo de 7 tulipanes realizados en acero inoxidable que sugiere la alegría de las fiestas de cumpleaños, ya que los tulipanes se asemejan a globos de colores. Al fondo, podemos ver una original escultura con forma de araña llamada: “Maman” (Mamá, 1999). La artista encargada de la obra, no es otra que la escultora francesa Louise Bourgeois que falleció el año 2010, dejando su inconfundible huella mediante más “Mamás”, por todo el mundo: Museo Hermitage (San Petesburgo), Museo Samsung de Arte “Leeum” (Seúl), Museo de Arte Contemporáneo “Kemper” (Kansas City, Missouri), Galería Nacional de Canadá (Ottawa), Museo de Arte Mori (Tokio), Parque de esculturas Pappajohn (Iowa), Centro Nacional de Convenciones (Doha) y este año se podrá ver en el Museo Kunsthalle (Hamburgo). Me dirijo hacia la Pasarela Pedro Arrupe para obtener un par de instantáneas más, cuando vi a un grupo de chicos practicando “Stand up paddle surf” por las aguas del Nervión-Ibaizabal, una nueva forma de ver Bilbao, ¿No les parece? Tras disfrutar de la tranquilidad momentánea de la tarde, decido dirigirme hacia la colosal “Torre Iberdrola”. Por el camino paso entre otros dos nuevos y modernos edificios: El Edificio de la Biblioteca de Deusto, obra del arquitecto Rafael Moneo (2009) y el Paraninfo de la Universidad Pública del País Vasco (UPV-EHU) de Álvaro Siza. Tras subir una pequeña cuesta, me encuentro en la Plaza Euskadi, donde se alza La Torre Iberdrola, obra del arquitecto César Pelli, el mismo que diseñó las archiconocidas Torres Petronas de Kuala Lumpur. La Torre que se ha inaugurado de forma oficial recientemente (21-02-2012) es la más alta de todo Bilbao, mide 165 metros que se distribuyen en 41 plantas. Lo que más me gusta de la torre son sus “lamas” de cristal que se mueven con el sol, aprovechando la energía solar para la climatización del edificio. Mi curiosidad por el interior de la Torre hizo que decidiera entrar. Desafortunadamente, nada más cruzar la puerta giratoria, un educado guardia de seguridad me invitó a salir, ya que según palabras textuales, “no estaba autorizada ni siquiera a poner un pie en el vestíbulo de la torre”, lástima. De lo que pude ver, os puedo contar que había olivos plantados dentro del luminoso vestíbulo. Salí, tal cual había entrado en la Torre, y me fui al centro de la Plaza Euskadi. “Mira que ha cambiado esta zona en tan solo un par de años”, pienso. Al lado de la Torre se ha construido un conjunto de viviendas de lujo, en el que destaca el Edificio Artklass diseñado de forma conjunta entre los arquitectos Krier, Breitman y Aurrekoetxea. Me gusta el lema que se puede ver escrito en una de las cúpulas: “Ezina, ekinez egina”. Es una frase hecha que significa que “lo imposible se puede lograr si se pone empeño para conseguirlo.” y digo yo, que a base de ese esfuerzo, se ha conseguido la transformación de la zona. Como he empezado retratando un museo, vamos a terminar también con otro Museo: El Museo de Bellas Artes de Bilbao (se ve desde la Plaza Euskadi). Aquí se pueden ver cuadros y esculturas de artistas vascos como: Zuloaga, Oteiza, Zamacois; obras de grandes pintores como Goya, Zurbarán, Sorolla y una colección de arte internacional entre los que destacan: Gauguin y Cézanne. El precio de la entrada es de 6€/4’5€ reducida pero si tenéis la suerte de estar en Bilbao un miércoles, la entrada es gratuita. Aprovechad, que la visita el museo, ¡merece la pena!
2 Comentarios
LeonorOP
7/3/2012 00:46:39
Ya me gustaron las fotos cuando las ví en la cámara. ¡En pantalla todavía más chulas!
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