Recuerdo el día en que llegamos. Hacía calor, el ambiente estaba algo cargado y estábamos cansadas de tirar de nuestras maletas hacia donde se encontraba nuestro aparthotel. -“¿Crees que vamos bien?” -“Pues creo que sí, ya se empiezan a ver personas con cámaras y con bolsas de bombonerías en la mano” respondí yo. Para cuando respondí, aparecimos en la pintoresca Grand Place. Había gente joven sentada en el suelo, otros mirando cuadros de unos expositores ambulantes en un rincón de la plaza, gente de paso y finalmente, otra gente con la que en los siguientes días me sentiría identificada: gente amante de la fotografía con grandes trípodes en busca de la foto perfecta. Parecían tan tranquilos…en esos momentos sólo pensé en dejar el maletón, coger la cámara y volver allí para sentarme y disfrutar de un rato contemplativo. Cruzamos la Grand Place y en menos de 1 minuto llegamos a nuestro aparthotel. Estaba muy bien equipado con cocina, baño privado y hasta TV con DVD, todo esto sin olvidar que estábamos a tiro piedra de la Grand Place. Lo bueno de Bruselas es que las distancias no son muy largas. Tomando como referencia la Grand Place, se pueden visitar muchos puntos de interés. La Grand Place es una de las plazas más bonitas y ricas artísticamente hablando, no en vano fue incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en el año 1998. A parte de sus edificios góticos, neogóticos y típicos gabletes, me di cuenta de que la plaza está adoquinada ¡solo de ver los saltos que pegaba mi maleta mientras tiraba de ella! jajaja. Echando un rápido vistazo a la plaza, el edificio que más llama la atención, es el Ayuntamiento (Hôtel de Ville) de estilo gótico, ya que tiene una enorme torre de 96 metros. Observando mis primeras fotos, me di cuenta de que la torre se sitúa en el medio del edificio, pero había algo raro en su estructura: al principio, da la sensación de que el edificio es simétrico, ¡pero no lo es! ¡Fíjense bien! El precio de la entrada es de 5€/3€ reducida. Justo en frente del ayuntamiento, se encuentra la Casa del Rey (Broodhuis). Se trata de un edificio de estilo neogótico que hoy en día alberga el Musée de la Ville de Bruxelles o Museo de la Ciudad de Bruselas en el que se puede entrar a curiosear los más de 800 trajes de su pequeño pero ilustre personaje de la ciudad: Manneken Pis o más conocido como “El niño meón de Bruselas”. El precio de la entrada es de 4€/3€ reducida y cierra los lunes. Mirando de frente al ayuntamiento, a su izquierda (en la Rue Charles Buls) se encuentra un pequeño edificio coronado por una estrella dorada y que tiene unos arcos. Bajo esos arcos, se encuentran el memorial de Charles Bulls y una escultura de Everard 't Serclaes; un ilustre ciudadano Bruselense del que una antigua leyenda cuenta que le concede un deseo a toda aquella que frote su brazo. Siguiendo la calle, topamos con una de las galleterías más conocidas de la ciudad: Dandoy. ¡Ei! Mira ese edificio, ¡Es un cómic de Tintín! Guardo un buen recuerdo de aquella calle (Rue Charles Buls): el aroma dulce de las chocolaterías y gofres, además de cómics de enorme tamaño como el de Tintín, ¡uno de mis preferidos! Llegando al final de la calle y haciendo esquina con Rue du Chêne, casi siempre hay gente sacando fotos. ¿Por qué? Pues porque aquí se encuentra el Manneken Pis, Niño meón o Petit Julien. Se trata de una estatua de 50 cm hecha de bronce. No sé porqué, pero siempre que la había visto en fotos, me parecía más grande. Nosotras tuvimos suerte, porque coincidimos con uno de esos días especiales en que viste un traje. En este caso, era el día 21 de Julio; día Nacional de Bélgica y ¡llevaba hasta un acordeón! Los demás días que pasamos por allí, ya no llevaba traje. En este punto encontramos un típico puesto ambulante de Escargots (caracoles), pero si les apetece algo dulce, no dejen de probar los gofres que venden al lado del Manneken Pis, por el precio de 1-1’5€, ¡no sé puede pedir más! En Bruselas, también hay una Niña meona, también conocida como Jeanneken Pis y estoy segura de que muchos de ustedes no lo sabían, ¿verdad? A nosotras nos costó un pelín dar con la callejuela donde se encuentra, pero por suerte, en ese mismo lugar, se encuentra el Delirium Tremens Café y su inconfundible elefante rosa, que en 2004 consiguió el certificado Record Guiness por poseer la carta más extensa de cervezas (más de 2000 marcas de cerveza). Aquí al igual que en la cercana À la Mort Subite (que se encuentra al final de las Galeries St Hubert, concretamente en la Rue Montagne aux Herbes Potagéres), podrán probar las famosas cervezas de cereza o frambuesa. Si es que es la hora de comer o cenar, por esta zona; los alrededores del Delirium Tremens o À la Mort Subite (Petit Rue des Bouchers, Rue de la Fourche, Rue Grétry…) seguro que encontrarán algún lugar para comer uno de los platos típicos: Moules et frites o mejillones con patatas fritas. Después de tanto hablar de comida, hablemos de otra de las grandes joyas de Bruselas; los cómics. Como les he comentado antes, llaman la atención los grandes laterales de los edificios que tienen pintada una viñeta de cómic; es más les diré que existe una ruta para ver todos y cada uno de los 45 murales/cómics, llamada “La ruta del cómic”. Otra de las cosas que llama la atención son las pequeñas placas donde se indican los nombres de las calles. ¿Qué tienen de particular? Pues que además de los nombres originales de las calles, tienen también un segundo nombre de cómic. Aquí van algunos ejemplos: + Rue des Sables también se llama: Rue Schtroumpf o Calle de los pitufos. + Galerie des Princes -> Rue le petit Spirou + Rue des Pierres -> Rue Lucky Luke + Rue Dupond & Dupont… Pero si lo que quieren es conocer las historias de los personajes más famosos de cómics, cómo nacen las historietas/viñetas o curiosear en su tienda de cómics, lo mejor es acercarse al Centre Belge de la Bande Desinée o Centro Belga del Cómic que se encuentra en un edificio diseñado por arquitecto Victor Horta (Rue des Sables 20). El precio de la entrada es de 8€/6€ reducida y 3€ para niños menores de 12 años. Para llegar allí crucen las galerías St Hubert, la Rue Montagne aux Herbes Potagéres y la Rue du Marais hasta llegar a la altura de Rue des Sables. Si ya están saturados de tanta visita y lo que quieren es ir de compras, las calles donde más tiendas encontrarán son: Rue des Fripiers y Rue Neuve. En cambio si le gustan las tiendas exclusivas, deben pasar por las anteriormente citadas: Galeries St Hubert. Compras típicas: Como ya he escrito en otro post, uno de los mejores regalos que pueden traerse a casa son los bombones y los cómics. A mi me encanta Tintín y cómo no, no pude resistir en comprar algunas cosillas en su tienda. Si mi casa fuese más grande, me hubiese comprado un mural, son una pasada. La tienda se encuentra en una de las calles conectadas con la Grand Place: Rue de la Coline. Finalmente, decirles que tuvimos mucha suerte en viajar a Bruselas en Julio, ya que pudimos ver el espectáculo Son et Lumiére (Luces y Sonido) en la Grand Place, ¡es una pasada! Según he leído en la página de turismo de Bruselas y Valonia, este año también tienen previsto ofrecer el espectáculo los meses de Julio, Agosto y Septiembre, por lo que les recomiendo que se acerquen allí poco antes de las 22:30 y disfruten de 30 minutos mágicos, que ¡seguro que les gusta! Puede que este mapa les sirva de ayuda para su visita: Mapa de Bruselas. Disfruten del viaje y ¡hasta la próxima! Sigue leyendo más artículos sobre Bruselas.Donde comprar chocolate en Bruselas
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