Las personas que seguís este blog de viajes, sabréis por artículos como los que publiqué en relación a los helados y heladerías de Florencia o la guía de bombonerías de Bruselas, que me gustan los dulces. ¿Y a quién no? Las personas que hayáis visitado la capital húngara, conoceréis sus elegantes cafés, aquellos que durante su época dorada acogieron a intelectuales, trabajadores e incluso aristócratas, en busca de un café acompañado de un delicado pastel. Afortunadamente la cultura del café en Budapest sigue gozando de buena salud y hoy en día podemos seguir degustando esos “bocados dulces” que parecen haberse detenido en el tiempo. ¿Nos acompañas a recorrer Budapest a través de sus pasteles húngaros? Este año (2019) he vuelto a Budapest después de mi primer viaje en 2011. La ciudad ha cambiado mucho, es mucho más alegre y está mucho más bonita y cuidada que años atrás. Diría que he conocido otra cara de “la perla del Danubio” y he podido disfrutar degustando (un poco cada día) esos pequeños y dulces manjares que abundan en sus cafés: sus pasteles con historia. Este verano decidí darme un homenaje a mí misma tras las intensas caminatas con ánimo de redescubrir cada rincón de Budapest una segunda vez: cada día que estuve allí, me deleité con un pastel. Strudel- Rétes La primera parada del viaje fue en Első Pesti Rétesház [Dirección: Október 6. u. 22] o también conocido como “Strudel House” en la zona de Pest. El Strudel o Rétes (en húngaro) suele ser un pastel que se asocia a los cafés de Austria; pero, debemos recordar que Austria junto con Hungría formaron durante los años 1867-1919 el “Imperio Austrohúngaro” de manera que incluso los cafés y parte de la gastronomía fueron compartidos, y siguen haciéndolo, desde entonces. Dando un paso más allá, se podría decir que el Strudel existió incluso antes en Budapest que en Viena; ya que, se trata de una herencia del Imperio otomano que dejó también su huella en la gastronomía húngara. De hecho, algunos historiadores afirman que el Strudel es una variación del Baklava de Turquía. Cuando me dispuse a pedir mi Strudel, comencé a dudar sobre qué relleno pediría. Pensé “el Strudel más conocido es aquel con relleno de manzana” por lo que pedí uno; pero…estuve equivocada. Esa hubiera sido la opción de haber estado en Austria. Días después me informé y comprobé que en Hungría el más típico es el de queso Quark, además de aquellos con rellenos de cerezas, semillas de amapola, albaricoques, ciruelas, frutos secos y…también rellenos salados como col, pollo, paprika, salmón, patatas y verduras. Así que en Hungría el Strudel no solo se trata de postre, sino que puede ser un buen almuerzo salado. En este link tenéis la carta de Strudels del Strudel House Dado que la población húngara reserva el Strudel a ocasiones especiales…¡qué mejor que probar uno en vuestro viaje en Hungría! TIP: Si estáis en el centro podéis visitar el Első Pesti Rétesház [se puede pagar con tarjeta]; pero, si después de un baño en los Baños Széchenyi tenéis ganas de probar un Strudel, podéis dirigiros a la cercana Retesbolt Anno 1926 [Dirección: Lehel u. 38] cuya especialidad no es otra que el Strudel. Krémes Segundo día en Budapest. Hoy toca recorrer la zona de Buda por la tarde con nuestro guía Antonio de White Umbrela tours. En el descanso o break del tour en Buda tuvimos dos opciones: 1) Sacar fotos en la zona del Bastión de los Pescadores y 2) pasar por la pastelería Ruszwurm Cukrászda [Dirección: Szentháromság utca 7], pedir un pastel para llevar y disfrutar del pastel y de las vistas (sentada a la sombra). ¿Cuál creéis que fue mi elección? En mi primera visita a Budapest estuve buscando la pastelería que según la guía: “era el lugar donde a Sissi enviaba algunos de sus guardias a comprar dulces para luego ponerse morada”. ¡Maldición! En mi primer viaje no di con el lugar…pero en el segundo…Antonio nos señaló la entrada…me puse a la cola y aguardé mi turno en Ruszwurm para pedir una de las especialidades de esta pastelería junto al Dobos torta [del que hablaremos después]…el Krémes. Más información en este link. La cafetería es bastante antigua, data de 1827, se trata de una de las cafeterías más antiguas de Budapest, por no decir la más antigua, como sostienen sus dueños. La decoración de madera de cerezo es exquisita y sus láminas de anuncios del pasado…bien podrían transportarnos a aquella época en la que Sissi viajaba de Viena a su querida Budapest y se alojaba en el Castillo de Buda. Salí de Ruszwurm Cukrászda con mi pastel de crema Krémes en busca de un banco a la sombra y me comí una de las mejores meriendas de mi vida, ¡y no estoy exagerando! Me gustan mucho los pasteles de crema, como la bomba rellena de crema que se puede encontrar en la mayoría de las pastelerías de Bizkaia, quizá mi pastel favorito…pero que ahora que he probado el Krémes de Ruszwurm Cukrászda … ¡me surgen las dudas! ¿Por dónde iba? ¡Ah! Sí…mi espectacular merienda…el Krémes de Budapest… El Krémes es un pastel delicado: dos capas de hojaldre muy fino (me sorprendí que hasta con el cubierto de plástico que me dieron para comer el pastel lo partía sin destrozarlo) relleno de una crema con base de huevo y aromatizada con vainilla. Un pastel que estaba fresquito, que me supo a manjar, en aquella calurosa tarde de agosto en Budapest… Y ahora que lo pienso..¿No tiene un cierto parecido al Kremówka que probamos en Polonia? TIP: Ruszwurm Cukrászda es una pastelería bastante frecuentada…por lo que es mejor plan pedir el pastel para llevar, el servicio no es muy rápido que digamos. Se puede pagar con tarjeta. Si queréis probar también un pastel de crema que merezca la pena y estáis en Pest, podéis pedir uno en Hauer Cukrászda [Dirección: Rákóczi út 47-49] que desde sus orígenes tiene el pastel de crema y el de piña con mazapán en su carta. Flódni Día 3 en Budapest. Hoy toca dar un paseo por el barrio judío. Si bien en mi primera visita lo recorrí de norte a sur y de este a oeste… esta vez tenía una nueva misión. Ir en busca de la pastelería Frőhlich Cukrászda [Dirección: Dob utca 22] en pleno corazón del barrio judío. Frőhlich Cukrászda es una pastelería que vende dulces preparados según la tradición judía y creo que no hay mejor lugar para probar su especialidad: el Flódni. El Flódni es un pastel de lo más contundente y con mucho significado. Su elaboración se sustenta en 3 capas: base de nueces –salud- , capa de semillas de amapola –prosperidad- y finalmente una capa de manzana –integridad- coronado por una fina capa de mermelada de ciruela. Es una explosión de sabor. De todas las cafeterías mencionadas hasta ahora, Frőhlich Cukrászda es la más austera y económica. Los dueños son realmente amables y tratarán de atenderte de la mejor forma posible. TIP: si queréis también probar el Flódni de Rachel Raj, que batió el record Guinness del pastel Flódni más grande en 2012, pasad por el Cafe Noe [Dirección: Wesselenyi u. 13]. Dobos torta ¿Qué me dicen las personas que están esperando al chocolate? Aquí va el primer pastel de chocolate de la lista…¿estaba tardando en llegar, eh? Se trata del Dobos torta. La Dobos torta es una pastel de 5-6 capas donde se van alternando capas de bizcocho con crema de chocolate y con una capa de caramelo en la parte superior. Aunque la crema de chocolate, en principio, debería aportar un punto de humedad al dulce y la capa de caramelo tenga, precisamente, la misión de que el pastel no se seque antes de lo debido…lo cierto es que las dos veces que lo he probado me ha resultado algo seco. En sí el pastel, es sabroso y con permiso del chef József Carl Dobos que dio su nombre a su dulce creación, y sin ánimo de ofender, quizá un poco de almíbar le aportaría “ese toque” húmedo que le falta –para mi gusto-. El café que sabe muy bien cómo elaborar este dulce es el elegante Gerbeaud Cukrászda, situado en la céntrica plaza Vörösmarty [Dirección: Vörösmarty tér 7] o en el anteriormente mencionado Ruszwurm Cukrászda en Buda. TIP: Los precios del café Gerbeaud no son bajos; pero, siempre podéis pedir un pastel para llevar, os costará aproximadamente la mitad que si lo tomáis en el local. Más información aquí Rigó Jancsi ¿Quieres otro pastel con más chocolate? Lo que tú estás buscando es el pastel Rigó Jancsi. Este pastel de chocolate se compone de dos capas de bizcocho de chocolate rellenas de mousse, también de chocolate aromatizada con ron o vainilla –o los dos- y una capa muy fina de mermelada de albaricoque. Como broche final, en la parte superior el pastel tiene una buena capa de chocolate fundido. ¿Una maravilla verdad? Eso es lo que debió pensar Clara Ward, la princesa de Caraman-Chimay, que quedó prendada de Rigó Jancsi, un violinista húngaro de origen romaní. Este pastel lleva el nombre del violinista que según se cuenta, elaboró junto a un chef de pastelería este delicioso pastel. Lo que no sabemos es si Clara se enamoró de Rigó Jancsi por el pastel, ¿o por lo bien que tocaba el violín? Para probar una buena porción de Rigó Jancsi pueden dirigirse a Hauer Cukrászda [Dirección: Rákóczi út 47-49]. Eszterházi torta La Eszterházi torta debe su nombre a la familia de la nobleza húngara cuyo pastel favorito era precisamente éste. Tanto fue así que la Eszterházi torta se hizo hueco en los salones de café más elegantes del imperio austrohúngaro y pronto encandiló tanto a nobles como a los miembros de la monarquía. Las personas que no se pueden resistir a los macarrones de almendra, no pueden dejar pasar la oportunidad de probar este pastel. Este pastel consta de entre 4-5 capas de masa de macaron –almendra, clara de huevo y azúcar- alternadas con crema de mantequilla aromatizada de vainilla y/o cognac. En la parte superior el pastel tiene un dulce glaseado a base de azúcar decorado con finos hilos de chocolate negro. El pastel también puede tener nueces en vez de almendras. Uno de los lugares donde se puede degustar la Eszterházi torta es el histórico Café Central o Centrál Kávéház [Dirección: Karolyi utca 9] donde una vitrina a la vista de los viandantes te invitará a sentarte y deleitarte con este capricho. TIP: En principio la receta original de este pastel, no lleva harina; por lo que, las personas intolerantes al gluten podrían preguntar en el establecimiento y confirmar que pueden comerla. Rákóczi túrós János Rákóczi no era ni violinista, ni noble, era un confitero que se ganó a pulso su fama gracias a su creación del pastel, que precisamente, lleva su nombre. Este pastel no lleva chocolate, pero sí una deliciosa crema azucarada de queso Quark. La base del pastel la constituye una capa de masa quebrada, sobre la que se asienta una buena capa de crema de queso Quark y se cubre con mermelada de albaricoque adornada con un enrejado de ligero merengue. La confitería que bordaba la elaboración del afamado dulce era la antigua confitería Jégbüfé, situada cerca de Ferenciek tere. Quizá el renovado local en la dirección Petőfi Sándor u. 3 haya perdido el encanto de antaño; pero, su punto fuerte, los precios, pueden ser un buen motivo para acercarse a esta confitería. Kürtös kalács He tenido la suerte de probar este pastel que se podría traducir como “pastel chimenea” en muchos mercadillos navideños europeos: Cracovia, Düsseldorf y Praga. En todos ellos, este pastel de masa crujiente en el exterior y tierna en el interior admite glaseados para todos los gustos: desde el sencillo azúcar glas, canela, trocitos de frutos secos, cacao a virutas de coco. La buena noticia es que en Budapest, no es necesario tener que esperar a la época navideña para disfrutar este dulce, sino que es posible encontrarlo en numerosos puestos de Streetfood que abundan en la ciudad durante todo el año. El local donde se puede ver la elaboración de los Kürtös kalács y probarlos es Molnár’s Kürtőskalács [Dirección: Vaci utca 31]. Aquí han sabido además darle un toque moderno, combinándolo con helado, ¡tiene que estar buenísimo! IschlerEl nombre de este dulce se debe a la localidad austríaca Bad Ischl donde Francisco José I acostumbraba a veranear. Como ha ocurrido con otros dulces que nacieron en Austria, los Ischler también se expandieron por las confiterías del Imperio Austrohúngaro y por lo tanto, llegaron también a Budapest. Y aunque la receta original ha variado ligeramente, en Budapest se pueden degustar exquisitos Ischler, que no son más que dos galletas con relleno de mermelada –del estilo de la galleta Linzer austríaca- bañada en chocolate. Yo tuve la ocasión de probarlo en el Festival de Primavera de Budapest, ¡estuvieron muy buenos! Y después de este empacho digno de glotonas despedimos el artículo de hoy. Espero que haya sido de vuestro agrado y que en el futuro podamos seguir aumentando la lista y las fotos del artículo. ¿Has probado alguno de estos dulces bocados? ¿Ha merecido la pena? Mapa de Pastelerías de Budapest
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