El museo Cristóbal Balenciaga se encuentra en Getaria, localidad guipuzcoana que vio nacer y crecer a uno de los mayores genios de la “haute couture” de todos los tiempos. El museo se encuentra en un moderno edificio de color negro anexo al Palacio Aldamar, antigua residencia donde vivían los abuelos de la reina Fabiola de Bélgica. Para acceder al museo es necesario tomar unas escaleras mecánicas que se encuentran cerca de la oficina de turismo del municipio y ascender sin esfuerzo por las empinadas calles de la localidad. En la entrada del museo, el atento personal ataviado con un elegante uniforme, nos dio las instrucciones necesarias para disfrutar de una agradable visita. Respecto al uniforme del personal del museo, al finalizar mi visita me di cuenta de un curioso detalle: el color del cinturón era fucsia, curiosamente, el color favorito de Balenciaga que le otorga sin duda un toque distintivo al conjunto. En el museo es posible sacar fotos siempre que sea sin flash y se ruega tener los móviles en silencio. Además, por respeto a los demás visitantes, creo que es necesario no hablar demasiado alto dentro de las salas, ya que de no ser así, resulta molesto y no se pueden oír de forma adecuada los vídeos explicativos que se encuentran a la entrada de cada sala. Aunque el museo cuenta con unas 1200 piezas originales de Balenciaga, no todas se muestran en la exposición. La colección que se puede visitar, se dividide en 6 salas; comienzos, día, cóctel, noche, novias y Balenciaga esencial respectivamente. Las fotos que aquí se muestran, pertenecen a los vestidos de la sala cóctel. Cada vestido va acompañado de una pequeña explicación en la que se indica el año y el taller en el que fue confeccionado, además de la clienta para la que fue diseñado. Uno de mis vestidos favoritos es este vestido de cóctel que data del año 1953. Como muchos otros vestidos de la colección, éste también tiene una de las señas de identidad del “couturier”: una manga japonesa de tres cuartos, además de unos elaborados bordados en chenilla y lentejuelas. Cada vestido es único y en este museo, todos y cada uno de ellos tiene un protagonismo especial. Entre los vestidos más visitados se encuentran uno de la Princesa de Mónaco, Grace Kelly que es precisamente el modelo destacado de este mes de septiembre, el vestido de la boda de la Reina Fabiola de Mora y Aragón con el Rey Balduino de Bélgica, los de la mujer más elegante del mundo del año 1953, Mona Bismarck y los de la filántropo americana Rachel L. Mellon, entre muchas otras. Para comprender la imaginación, creatividad y trabajo que conlleva cada vestido, no dejéis de visitar la sala “Balenciaga Esencial”. Aquí tres detalles indiscutibles como: + El aumento de la intensidad de la luz que ilumina cada vestido. + Maniquíes invisibles que giran constantemente 360º. + Pantallas anexas a cada vestido en las que se explica el perfecto ensamblaje de cada pieza. Permiten a diferencia de otras salas, ver las piezas expuestas con todo lujo de detalles. Tras visitar las salas, es posible ver un vídeo de unos 20 minutos en el que se relatan la trayectoria de Balenciaga y todos aquellos detalles que hicieron de él uno de los “arquitectos de la moda” más grandes de todos los tiempos. Estos son algunos de los curiosos detalles sobre Balenciaga: + Los cuadros de pintores como Velázquez y Goya fueron en ocasiones sus fuentes de inspiración. + Los tres pilares básicos de Balenciaga para diseñar un vestido eran: el tejido, el corte y el cuerpo de una mujer. + Junto con la manga japonesa, el cuello que deja ver la nuca, es otra de las señas de identidad de la casa, ya que en la cultura japonesa la nuca está considerada como una de las partes más sensuales del cuerpo femenino. + Compraba vestidos de modistas como Vionnet y Chanel y los deshacía de forma que él pudiera estudiar las “soluciones” a los problemas de costura que podían haber tenido los vestidos y así perfeccionar su propia técnica. + Fue el creador del vestido “saco” en el año 1957 que marcó un antes y un después en el mundo de la moda. + Nunca concedió una entrevista a los medios de comunicación. + Llegó a tener hasta 500 empleados y colaboradores, entre los que se encontraban los famosos modistos: Emanuel Ungaro y Hubert de Givenchy. + Decidió retirarse en el año 1968, tras estar casi 50 años en activo, justo cuando Prêt-à-porter comenzó a pisar fuerte. + La única ocasión en la que diseñó prendas en serie fue para las azafatas de Air France. Finalmente, me gustaría acabar el post de hoy con una frase de Christian Dior: “La alta costura es como una orquesta cuyo director es Balenciaga. Los demás modistos somos los músicos y seguimos las indicaciones que él nos da.”
El precio de la entrada es de 8€, 5€ reducida. Para más información clica aquí: Balenciaga Museoa
0 Comentarios
Tu comentario se publicará tras haber sido aprobado.
Dejar una respuesta. |
¡Déjanos un Comentario!Categorías
Todos
Nos visitan desde: |