Había una vez un país situado dentro de una ciudad en la que solamente vivían hombres consagrados a Dios, donde entre oración y oración paseaban por sus hermosos jardines, jugaban al fútbol, escribían su periódico, eran jefes y dueños de su propia cadena de televisión y disponían de un helipuerto de uso exclusivo cuando no dormían en sus lujosos aposentos mientras miles de fieles cristianos y turistas, entre otros se agolpaban tras sus murallas a la espera de de poder franquearlas y quedar anonadados en cuestión de segundos. ¿Es posible visitar un país sin coger el coche en menos de un día? La respuesta a la pregunta, es sí, tal y como me dijo un compañero. Galerías (I. Acillona) Desde la víspera esperabamos ansiosos poder visitar Ciudad Estado del Vaticano pero sabíamos que al ser Julio, las colas para entrar a los Museos Vaticanos serían interminables y efectivamente, así fue. Una buena manera de llegar hasta allí es tomando la línea A del metro; paradas Cipro-Musei Vaticani u Octaviano-S.Pietro. Vestidos para la ocasión, debido a las estrictas normas para entrar dentro de la Basílica de San Pietro, nos acercamos a la larga cola que ya a esas tempranas horas de la mañana (8:00), rodeaban la muralla que la separa de la ciudad de Roma. El horario de entrada es de 9:00 a 16:00, de lunes a sábado aunque deciros que una vez dentro, es posible quedarse hasta las 18:00. Por lo que recomiendo visitar los Museos Vaticanos por la mañana y visitar la Basílica de San Pietro por la tarde. ¡Ah! Y una novedad, quien no quiera achicharrarse en la cola, tiene la posibilidad de visitarlos de noche desde Abril hasta Octubre, para mas información clica aquí. Una vez dentro, es obligatorio pasar por los arcos de seguridad y pagar la entrada, que es de 15€, y la reducida de 8€, o sea que como siempre os digo y recomiendo, aquellos estudiantes que tengan en carné de estudiante internacional, ¡que no se lo olviden en casa! Y después procurad que no os entren moscas a la boca, jeje, que es muy fácil quedarse asombrado con tanta obra de arte. Entre otros, es posible visitar: el Museo Gregoriano Egizio (colección de arte Egipcio), Museo Gregoriano Etrusco (atentos a la escalera de Bramante), la Pinacoteca (lienzos de Caravaggio, Leonardo, Rafael…) y no nos olvidemos de la Capilla Sixtina…y sus 9 historias del génesis, entre las que está el famosísimo Pecado Original, que en tantos libros de historia hemos visto. La mañana se nos fue volando, y ya cuando el hambre apretaba, buscamos un sitio en el Patio de la Piña en el que había una esfera enorme de color oro dando vueltas y unas escalinatas llenas de turistas….chan chan…¡Todos japoneses! ¡Cómo no!, qué internacionales son, están en todos los lados…pues fueron majos, y nos hicieron un sitio en las escalerillas para comernos unos bocatas, mientras escuchábamos a su efusiva guía, contar las historias que sólo ellos entendían porque hasta el día de hoy, no sé japonés, jejej. La salida por las escaleras de Giuseppe Momo, fue increíble, las escaleras chulísimas, es imposible no hacerse montones de fotos en ellas…y después…a la Piazza San Pietro, diseñada por Bernini, en cuyo centro se puede ver el Obelisco traído desde Egipto, y en la que te puedes sentir observado por las 162 estatuas de santos que se encuentran guardando la entrada a la Basílica de San Pietro, llamada así ya que allí se encuentra la tumba del primer Papa. Tuvimos suerte de que había poca cola e íbamos bien vestidos para entrar, ya que muchos deben quedarse fuera porque la Guardia Suiza les da el alto al no llevar ropa que cubra los hombros, las rodillas, el escote en caso de las mujeres y los pies semidescalzos; Esas son sus normas, por lo que os aconsejo que las tengáis en cuenta si deseáis entrar. No obstante, hay carteles en la entrada que os advierten de ello. Seas de la religión que seas, como si no crees en nada, a la entrada del templo, te quedas helado, reflexionas… sí que tiene dinero esta iglesia…. ¿Cuanta hambre en el mundo se podría solucionar con la venta de una partecita de ésto?, Es una pasada, te sientes pequeñita, en semejante templo de dimensiones enormes; 193 m de largo, 44’5 m de altura y con un aforo para unas 60000 personas en su interior, ¡que ya es decir! Dentro, dedicas el tiempo a alzar la mirada, mirar, sacar foto y volver a mirar. Dentro de la Basílica, se podrían destacar: La Cátedra de Pedro, situada al fondo de la Basílica, la estatua de bronce de San Pedro (a la que los fieles besan el pie derecho) y la Pietà de Miguel Ángel. Como nos gustan las alturas y las escaleras no nos asustan, nos animamos a subir las 550 escaleras para poder disfrutar de la magnífica vista panorámica que hay desde la cúpula diseñada por Miguel Ángel. Para subir a la cúpula, se deben pagar 4 € de entrada y 7€ en caso de que se quiera subir en ascensor, pero ojo, que sólo sube hasta la mitad del recorrido. La última parte del ascenso, no es apta para claustrofóbicos; el paso se vuelve cada vez más angosto y se empieza anotar la inclinación de la cúpula. No se te ocurra subir tampoco si tienes vértigo. ¡Ah! y cuidado con llevar falda, que con el viento a esas alturas cabe la posibilidad de que se levante, es simplemente una advertencia que os doy, ya que os puede jugar una mala pasada, no lo digo por nada...jajaja. Por último, tras bajar de la cúpula, nos dirigimos a las Grutas Vaticanas que están situadas bajo la basílica de San Pietro y se pueden ver sepulcros de Papas. A mi especialmente me conmocionó una anciana mujer que lloraba desconsoladamente ante la tumba de Juan Pablo II. No sé porque lloraba, pero sentí que eran lágrimas con mucho sentimiento, me dio un poco de lástima… ¿Qué le habría pasado?
Y lo mejor del día...cómo olvidarlo...¡mi primer Gelatto italiano! Cerca de las murallas degustamos uno de los mejores helados que he comido nunca. Ahi aprendimos, que cada vez que entrásemos a una Gelatteria y nos preguntasen por ¿Panna?, dijesemos un sí rotundo, y nos deleitaríamos de un rico gelatto, con nata! ¡Delicious! Finalmente, salimos de allí, y nos dirigimos al Castel Sant’Angello, situado a las orillas del Tiber en el que sacamos las últimas instantáneas del día, ¡estábamos molidos! Un día de asombrosas visitas y de profundas reflexiones, ¿no creen? Eskerrik asko por las fotos, compañeros!! Post publicado previamente en www.travelblog.org, el 14 de Junio del 2010.
3 Comentarios
¡Anda! Tengo yo que empezar a redactar mi entrada sobre el Vaticano y me veo que tú lo tienes aquí explicado todo a las mil maravillas.
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30/6/2011 04:24:11
Gracias por tus palabras.
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